Aunque la cabaña brava ha sufrido una gran merma en cuanto a pérdida de encastes se refiere, por suerte, aún quedan ganaderos románticos, con afición y con ganas de luchar por preservar los encastes que han heredado de sus antepasados. Creo que los aficionados debemos agradecer este gran esfuerzo que hacen estos ganaderos por proteger y potenciar estas sangres, que por otro lado, son despreciadas y olvidadas por el voraz sistema taurino.
En el caso que nos ocupa, Rafael Peláez Lamamié de Clairac, guarda celosamente una de las joyas de la corona, los Ybarras de Clairac. Uno de los encastes más puros que hay en la actualidad y por los que la familia Clairac ha tenido que solventar una serie de problemas, derivados de su pureza y de la consanguinidad. Uno de los problemas más serios han sido los problemas de fertilidad. Algo muy serio en una ganadería tan reducida en número, ya que llega un punto en que es prácticamente imposible abrir familias dentro de la ganadería. Para ello no tiraron la toalla y buscaron una solución para solventar el gran problema de la consanguinidad, sin perder su origen puro Ybarreño. La solución la encontraron en la ganadería de Santa Teresa, antes Félix Hernández Barrera, y que su origen es el mismo que la de Clairac.
Para conocer un poco el origen del hierro de Santa Teresa, vamos a coger su historia recogida en la web de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Procede esta ganadería de la de Luis Gamero Cívico. Tras vender la ganadería en cuatro lotes: a los señores Samuel Hermanos, a Clairac, y a los señores Blanco, padre e hijo, se guardaron un pequeño lote de vacas, anunciando la ganadería a nombre de Torre Abad. Posteriormente la adquiere en 1941 a Juan Guardiola Fantoni. Por fallecimiento de este en 1947, la ganadería se dividió en 1948 en cinco lotes, una para cada uno de sus hijos, correspondiendo el hierro original a Juan Guardiola Soto, quien la vende en 1978 a Javier Pallarés Alcázar. En 1980 la adquiere José Luis Martín Berrocal y la anuncia como Buenavista. Y ya en 1981 la adquiere Félix Hernández Barrera. En 2007 pasa a anunciarse Santa Teresa.
De este hierro de Santa Teresa se trajeron los Clairac un semental a préstamo de nombre Pirata. Este toro estuvo cubriendo vacas un tiempo, y de este refresco se sacó un semental de nombre Buenas Tardes, y en el cual tienen puesta todas las ilusiones y esperanzas el ganadero Rafael Peláez Lamamié de Clairac y el mayoral Ezequiel.
Toro Buenas Tardes. 50% Clairac, 50% Santa Teresa.
El día de su tienta, según me cuenta Ezequiel, mayoral de la casa, dió un gran juego. En el caballo realizó una gran pelea, derribando en el cuarto puyazo. En la muleta embistió con casta y bravura teniendo gran duración. Motivos más que de sobra para ser aprobado como raceador. Este toro ya ha realizado una cubrición y se encuentra a la espera de ver el juego que dan sus hijos. Viendo en el campo los añojos y añojas de este toro, se aprecian claramente unas hechuras y unos pelos algo diferentes a los habituales de la casa. Los negros y castaños, han dado paso a colorados y chorreados. Pero en cualquier caso, se tiene mucha ilusión con este refresco ya que, sin perder su origen Ybarra y si va todo bien, se afronta con mucha ilusión el futuro ya que se podrán solventar los problemas de fertilidad que da la consanguinidad, se podrán abrir familias y repito, sin perder su origen.
Añojos hijos de Buenas Tardes que ya son 75% Clairac, 25% Santa Teresa.
No solo hay refresco de sangre en estos añojos que acabamos de ver. Dentro de las setenta vacas que componen el núcleo reproductor de la casa, ya hay aprobada alguna vaca hermana del semental Buenas Tardes, y por ende, hijas también del toro de Santa Teresa, de nombre Pirata. Como ejemplo vemos la vaca que a continuación ilustramos, que de su ubre ya mama un becerro que posee un 75% de sangre Clairac y un 25% de sangre Guardiola Soto.
En cuanto a los sementales que hay en la casa, son cuatro los encargados de perpetuar esta sangre ganadera tan importante. El ya mencionado Buenas Tardes; el más viejo de todos de nombre Florentino número 6 y del guarismo 2009. Este toro andaba repasando a todo el grueso de las vacas el día de nuestra visita. Es todo un señor toro. Y luego los dos más nuevos y que han sido aprobados recientemente: Cigarro número 14 y Fogonero número 3, ambos del guarismo 2017.
Florentino 6.
Fogonero 3.
Cigarro 14.
En cuanto a la camada de este año, según nos contaba Rafael, por circunstancias, hubo una camada perdida en la que no hubo parición. En este año 2019 hay casi una veintena de erales que se podrían lidiar ya que hay demanda, pero el ganadero prefiere esperar y lidiarlos en novilladas picadas en 2020.
Sería muy difícil definir las sensaciones vividas esta mañana de Mayo en la La Moral de Castro, finca matriz de los Clairac. Me hacía especial ilusión conocer esta casa y esta ganadería, ya que como muchos seguidores del blog conocen, soy un enamorado de la sangre Ybarreña, pero siendo sincero, tenía la idea de que por desgracia iba a ver una ganadería muy reducida en número. Pero al llegar allí y ver la ilusión de Rafael Peláez y de su mayoral Ezequiel, ver estos animales únicos con sus características tan definidas, conocer de primera mano el que, después de muchos problemas, se ha abierto una puerta a la esperanza de supervivencia de esta ganadería mítica… Me dio tan inyección de moral en mi afición, que gocé esta visita como pocas veces me ha sucedido.
Buena culpa de esto la tuvo el mayoral de la casa. Ezequiel lleva cuatro años en la casa, y dos, desempeñando la importante labor de mayoral. La compenetración con el ganadero es total, cosa fundamental en una ganadería brava. Decía que buena culpa de esto que os cuento fue suya ya que en todo momento, al contarnos los avatares de la ganadería, lo hacía con tal ilusión, con tanta verdad y con tanta pasión, que me contagió de tal manera e hizo que mi visita fuera un autentico lujo para mí. Está muy ilusionado con Buenas Tardes y con todo lo que pueda dar a la ganadería. Aparte de todo esto, su bondad y su simpatía, hizo que me sintiera como en casa. Absolutamente agradecido del trato tan cercano y que nos cediera su tiempo para mostrarnos absolutamente toda la ganadería.
Ezequiel entre sus vacas.
Antes de poner punto y final a nuestra visita, sin pretenderlo, formamos una pequeña tertulia en el jardín de la casa, Rafael Peláez Lamamié de Clairac, Ezequiel, mi amigo Rubén Ramírez, del blog grisccardeno y un servidor. Se dilató un rato largo ya que tratamos temas relacionados con la actualidad del mundo del toro, de la ganadería, de las redes sociales que rodean a mundo del toro… Una tertulia muy rica en matices y que por desgracia, tuvimos que finalizar, por culpa siempre del maldito reloj…
Mi más sincero agradecimiento a Rafael Peláez por su amabilidad y su trato tan cercano, y hacer realidad una de mis ilusiones que era poder conocer en vivo y en directo esta casa ganadera. Sin duda, tal y como quedó presente en nuestra despedida, seguiremos muy de cerca a esta ganadería, que por historia, prestigio y esfuerzo realizado por parte de sus propietarios para mantenerla en pie, merece tener un hueco en las plazas y que el aficionado, y la fiesta en general, disfrute de ella.
Y recordar, ¡SÍ A LA DIVERSIDAD DE EnCASTES!
Espero que os guste esta pequeña galería fotográfica.
hierro y divisa 